VIDEO DE LA ISLA DE OMETEPE
- José Antonio Zúniga Avellán
- 2 may 2017
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 1 sept 2020
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Ometepe, tiene una bella historia de amor que puede ser tu leyenda
Dos jóvenes de tribus enemigas se abrazaron para siempre Ometepe. Una bella historia de amor. Las leyes decretadas por los teytes no permitían que se unieran en matrimonio Ometepetl y Nagrando. Los Náhuatl buscaban la tierra prometida en la primera emigración al istmo de Rivas y la encontraron en Ometepe. Siguieron la profecía del Alfaquí y durante su estadía construyeron este mundo de leyendas, cerámica, ídolos y petroglifos. Ometepe es un santuario completo de arte prehistórico y de linda cerámica indígena. Sus habitantes han encontrado un objeto que parece ser la pieza de un telescopio para estudiar los astros del firmamento.
Tan mítica es la isla, que se cuenta y más de alguien lo confirma, de un río donde el que se baña sufre cambios en su personalidad. O bien, siempre se asegura con mucha seriedad que los volcanes Concepción y Maderas, no son más que los pechos de la india Ometepetl.
Una historia de amor parece ser la génesis de este pequeño terruño, ahora conocido como Isla de Ometepe, que mide 276 kilómetros cuadrados y está ubicada en medio del Lago Cocibolca o Coapo hermano gemelo de Xolotl o Lago Xolotlán. Por lo menos así lo refleja la historia contada por el profesor Hamilton Silva, quien ha dedicado la mayor parte de su vida a buscar entre las propiedades de Altagracia, petroglifos y una nueva cerámica. Con esa inquietud, ha realizado valiosos hallazgos que en su mayoría se encuentran en el museo de Altagracia donde se desempeña como director. Según el profesor Hamilton Silva, Ometepetl era una muchacha preciosa, alta, pelo lacio, bien formada. Su sonrisa hechizaba y su mirada deslumbraba. Ella era la admiración de todos los indios mancebos. Su silueta era bien delineada y su hablar dulce y sonoro. "Nagrando era fornido, con brazos como de madroño, piernas como de tempisque, nariz aguileña, diestro en la pesca y en la cacería, era un guerrero, narra la leyenda. Las familias de ambos jóvenes eran enemigas a muerte y las leyes decretadas por los teytes no permitían que se unieran en matrimonio. Una tarde de verano Nagrando se encontró con la bella Ometepetl y los dos quedaron enamorados. En ese momento Xochi-pilli hizo sonar la canción de la brisa en todos los pastizales, Quetzalcóatl desprendió exhalaciones por todo el universo. Ehécatl hizo caer sereno y todos los teotes desparramaron bendiciones sobre aquel nuevo amor. Mientras tanto, Coapotl se regocijaba y los pájaros soltaban sus trinos.
Ambos jóvenes se juraron amor, pero el gran cacique Niquirano mandó a buscarlos para apresar a Ometepetl y matar a Nagrando. Estos buscaron apoyo en sus amigos íntimos para huir. Solos y a escondidas se besaron, abrazaron, oraron y luego se cortaron los pulsos. Es así que el gran Lago Cocibolca no es más que la sangre emanada de los jóvenes, los dos volcanes de la isla son los pechos de Ometepetl y la Isla de Zapatera es el cuerpo sin vida de Nagrando, que no avanzó mucho en la fatalidad de su muerte.
La Isla De Ometepe - Una Esmeralda Prendida En El Pecho De Nicaragua
Dentro del lago de Nicaragua, llamado por los conquistadores españoles “el mar de agua dulce” por su inmensidad, se origina de la lengua Náhuatl de la palabra Ometepetl significa lugar de dos cerros o volcanes. La isla es una esmeralda perdida en el pecho de Nicaragua. Históricamente es una cuna de dos grandes culturas, de México y Guatemala.
A través de los años la isla de Ometepe ha sido el refugio y la tierra prometida de muchas tribus la que han legado una identidad propia a la isla, ya que hace 25 mil años sus primeros pobladores cruzaron por el estrecho de Bering, ya sabían de la existencia. Tribus de origen Náhuatl y Olmeca, hicieron nuevas migraciones y llegaron a la isla de Ometepe por el norte, quienes fueron invadidos por los Chorotegas y Nicaraguas, quienes convirtieron a la isla en un lugar sagrado de riquezas arqueológicas, revelado por la cantidad de petroglifos, cerámica y estatuaria que pueden apreciarse en toda la zona.
El descubrimiento fue en 1522, por Gil González Dávila y el primer español en pisar tierra ometepina fue Gabriel de Rojas. Esta historia ha motivado a que turistas visiten la isla con la esperanza de encontrar riquezas arqueológicas e identidad que llegaron las tribus que la poblaron.
Actualmente es habitada por 35 mil pobladores caracterizados por su amabilidad y sonrisa, enamorados de su tierra, dedicados a la pesca y producción agrícola de gran calidad. Los ometepinos han están dirigiendo su atención al turismo, numerosos locales de servicios han sido instalados, con la disposición de acoger a los visitantes del mundo entero que deseen visitar este paraíso, considerado único en el mundo no sólo por sus bellos atractivos turísticos, sino por ser un lugar lleno de supersticiones (mitos y leyendas) entre ellas destaca la famosa leyenda en la laguna y hacienda de Charco Verde, la historia de Francisco Rivera, conocido como “Chico Largo”.
Este personaje hizo pacto con el diablo y se convirtió en un fuerte prestamista de la isla, aquella persona que no cumplía con el plazo acordado de pagar su deuda era convertida en cerdo o vaca. Otros dicen que los ladrones o personas que pretendían aprovecharse de Chico Largo eran esclavizados para cuidar la hacienda. Los lugareños están convencidos que bajo la propiedad se encuentra otra hacienda donde Chico Largo continúa administrando sus “animales” y que siempre sale a cobrarle a los lugareños sus deudas.
La Isla de Ometepe han sido un paraíso natural, escénico y un santuario precolombino que cada vez más asombra a sus visitantes de todo el mundo y que debe ser a conciencia un lugar de conservación por el resto de los siglos, localizada dentro del Gran Lago de Nicaragua. El vocablo indígena significa " Cerros Gemelos" y fue bautizado así por los pobladores indígenas al estar la isla formada por los dos volcanes "Concepción" y "Maderas". El Concepción tiene uno de los conos más perfectos del planeta. Su nombre original fue "Choncoteciguatepe", puesto por los primeros habitantes indígenas. Posteriormente las tribus chorotegas le llamaron "Mestliltepe". Ambos vocablos provienen de la lengua Nahualt.
En Ometepe existen aproximadamente noventa especies de aves, trece de mamíferos, veintidós de reptiles y anfibios, así como algunos autóctonos de la isla. La etnología e historia ancestral indígena de la isla enriquecen el conocimiento de los visitantes del pueblo nicaragüense. La lítica como estatuas, metales, morteros se relacionan con la cultura Maya y la cerámica forman la más rica de las diversidades culturales que atrae a científicos y turistas por igual, por haber sido un centro religioso
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